Juan Miguel Cabello Neila Director General de la consultora GEROTRANS y miembro de comité de salud y coordinación sociosanitaria en CEOMA (Confederación Española de Organizaciones de Mayores) y miembro del comité científico del paciente adulto mayor en ICOMEM (Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid)
Comparte sus reflexiones sobre los desafíos actuales del sector y su visión para el futuro de la atención a personas mayores.
¿Nos podrías proporcionar un breve resumen de la situación en España en cuanto a la atención a personas mayores, especialmente aquellas con enfermedades crónicas?
La situación en España respecto a la atención a personas mayores con enfermedades crónicas es bastante compleja y presenta numerosos retos. Los datos son claros y podemos verlos a través de diferentes informes como el Estudio del Impacto de la Enfermedad Crónica en las Personas Mayores, publicado por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes. En él se describe que un 53% de las personas mayores de 65 años con enfermedades crónicas no reciben ninguna ayuda formal, mientras que el 47% restante sí la recibe, ya sea de familiares, cuidadores profesionales, o ambos.
Un dato preocupante es que el 21% de las personas mayores con enfermedades crónicas visitan a los profesionales de salud de referencia de forma mensual, y el 34% cada dos o tres meses, lo que refleja la necesidad constante de atención sanitaria debido a la complejidad de sus condiciones de salud.
Otro aspecto crítico es la soledad. El 28% de las personas mayores con enfermedades crónicas viven solos, y un 43% de ellos se sienten emocionalmente afectados por esta situación. Esta soledad no solo tiene consecuencias emocionales, sino que también limita su capacidad para realizar tareas diarias esenciales. Y en términos de apoyo psicológico, solo el 8% de las personas mayores con enfermedades crónicas reciben tratamiento especializado, a pesar de que el 28% experimentan malestar psicológico frecuente debido a su estado de salud. Esto refleja una brecha significativa en la atención integral que estas personas necesitan.
Con el aumento de la población mayor y dependiente, ¿cómo debería evolucionar el sistema de atención para satisfacer la creciente demanda?
Creo que, para satisfacer esa creciente demanda, el sistema de atención sanitario y sociosanitario en España debe evolucionar de manera integral y coordinada. Sigue sin ser lógico que cada uno promueva por separado planes y programas sin contar con el apoyo del otro.
Implementar un Modelo de Atención Integrado que combine servicios sanitarios y sociales incluye la coordinación entre hospitales, centros de salud, servicios de atención domiciliaria y residencias. Un enfoque integral asegura que las personas mayores reciban una atención continua y sin interrupciones, reduciendo la fragmentación de los servicios. Ofreciendo el servicio adecuado en el momento y circunstancia concreta.
¿Qué diferencia hay entre la inversión pública en residencias con la ayuda a domicilio en términos de eficiencia económica?
Solo hace falta mirar hacia dónde se destinan los proyectos y presupuestos de más cuantía, cuál es el marco que promueve Europa y cómo se están subiendo a un carro incentivado por las subvenciones. No tiene sentido si observamos las necesidades reales. ¿Alguien o algún organismo ha mostrado el número de personas en grado de II y III de dependencia que necesita atención y supervisión más de 4 horas al día?
¿Qué es la Estrategia de Desinstitucionalización y cuáles son sus objetivos principales?
La Estrategia de Desinstitucionalización es una iniciativa diseñada para transformar el sistema de atención a personas mayores y otros colectivos dependientes en España y su objetivo principal es reducir la dependencia de las instituciones residenciales, fomentando la atención en el domicilio y en la comunidad. La idea parece ser que es proporcionar servicios y apoyos personalizados que permitan a las personas en situación de dependencia permanecer en sus propios domicilios o en entornos comunitarios tanto tiempo como sea posible.
Sin embargo, aunque la intención de la estrategia es buena. para que la desinstitucionalización sea efectiva, será necesario garantizar una infraestructura sólida de servicios comunitarios y apoyo domiciliario, lo cual requiere una inversión significativa. Además, hay preocupaciones serias sobre la capacidad del Sistema para ofrecer una atención adecuada y continua a las personas con necesidades complejas fuera de las residencias. La desinstitucionalización no debería ser una medida encubierta de reducción de costes, sino una transformación profunda del modelo de atención que asegure que todas las personas reciban el cuidado digno y de calidad que merecen según sus necesidades de apoyo y atención. Ni más, pero tampoco ni menos.
¿Podría profundizar en las razones por las cuales las residencias siguen siendo una necesidad imperativa para muchos mayores?
Pienso que hay varias razones clave por las cuales las residencias siguen siendo esenciales para muchos mayores. Una de las razones más importantes es la capacidad de proporcionar atención especializada y personalizada que muchas personas mayores requieren debido a la complejidad de sus condiciones de salud. Por mucho que quieran reducir o anular los servicios sanitarios en las normativas, la presencia de estos profesionales en los Centros de cuidados de larga duración mejora mucho la atención y proporciona mayor tranquilidad. Esto es especialmente crucial para aquellos que tienen enfermedades crónicas o degenerativas que pueden deteriorarse rápidamente.
Además, estos centros ofrecen un entorno seguro y adaptado a las necesidades de las personas mayores. Esto incluye instalaciones accesibles, como baños adaptados y sistemas de alarma, que pueden no estar disponibles en los hogares individuales. Muchas residencias también implementan medidas de seguridad para prevenir caídas y otros accidentes comunes entre los mayores, proporcionando un entorno que minimiza los riesgos y mejora la calidad de vida.
Otro aspecto importante es la socialización y el bienestar emocional. En una residencia, los mayores tienen la oportunidad de interactuar con otros residentes, participar en actividades grupales y establecer nuevas amistades.
Denostar a los centros que cumplen con esta misión de apoyo y cuidado profesional y que además resuelven de forma positiva no es inteligente.
¿Cómo afecta la soledad a los mayores con enfermedades crónicas en términos de su bienestar emocional y físico?
Hay aspectos que hay que destacar. La soledad tiene un gran y negativo impacto en el bienestar emocional y físico de los mayores, sobre todo aquello con enfermedades crónicas. La soledad puede llevar a sentimientos de tristeza, ansiedad y depresión que junto a la falta de interacción social y el aislamiento pueden agravar estos sentimientos, creando un ciclo de deterioro emocional que afecta su calidad de vida. También la ausencia de una red de apoyo puede hacer que los mayores se sientan menos motivados para seguir sus tratamientos médicos y mantener hábitos de vida saludables.
En el aspecto físico, los mayores que se sienten solos tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud como hipertensión, enfermedades cardíacas y un sistema inmunológico debilitado. Además, la soledad puede contribuir a un menor nivel de actividad física, lo que a su vez puede llevar a la pérdida de movilidad y fuerza, aumentando el riesgo de caídas y otras complicaciones físicas. La combinación de estos factores emocionales y físicos resalta la importancia de abordar la soledad como un componente crítico en la atención a las personas mayores con enfermedades crónicas.