En la actualidad, el envejecimiento de la población es una realidad en muchos países, lo que ha llevado a un aumento en la demanda de servicios de atención a personas mayores. Entre los diferentes tipos de atención disponibles, la atención domiciliaria se ha convertido en una opción popular para muchas personas mayores y sus familias.
En este artículo, se tratarán los beneficios de la atención domiciliaria, el papel de los profesionales que brindan este tipo de atención, así como la importancia de la Atención Centrada en la Persona (ACP) en el entorno del domicilio.
Beneficios de la atención domiciliaria
La atención domiciliaria ofrece una serie de beneficios significativos para las personas mayores.
En primer lugar, permite que los individuos permanezcan en su entorno familiar y en la comunidad en la que han vivido durante mucho tiempo, lo que puede contribuir a su bienestar emocional y mental. Además, la atención domiciliaria puede ser adaptada a las necesidades y preferencias individuales de cada persona mayor, lo que la hace altamente personalizada y centrada en las necesidades del usuario.
Igualmente, la atención domiciliaria también puede reducir los costes asociados con el cuidado a largo plazo, como los gastos de hospitalización o de cuidados en residencias.
El papel de los profesionales de atención domiciliaria a personas mayores
Los profesionales que brindan atención domiciliaria a personas mayores juegan un papel fundamental en el cuidado y bienestar de las personas usuarias. Estos profesionales pueden incluir enfermeros, auxiliares de enfermería, cuidadores profesionales y otros especialistas en atención a personas mayores.
Funciones
Las funciones de estos profesionales pueden variar, pero en general incluyen:
- Asistencia en las actividades de la vida diaria, como la alimentación, el aseo, la movilidad y la administración de medicamentos.
- Supervisión y control de condiciones de salud crónicas, como diabetes, hipertensión o enfermedades cardíacas.
- Proporcionar apoyo emocional y social, promoviendo la compañía y la participación en actividades recreativas y sociales.
- Realizar tareas del hogar, como la limpieza y la preparación de comidas.
- Coordinación y comunicación con otros profesionales de la salud y con la familia del usuario.
Capacidades
Los profesionales de atención domiciliaria deben tener habilidades y capacidades específicas para brindar una atención de calidad. Algunas de las capacidades necesarias incluyen:
- Conocimientos médicos y de cuidado de la salud para gestionar y comprender las necesidades de las personas mayores.
- Empatía y habilidades de comunicación para establecer una relación de confianza con los usuarios y sus familias.
- Habilidades de gestión del tiempo y de organización para asegurarse de que se cumplan todas las necesidades de la persona usuaria de manera efectiva.
- Flexibilidad y adaptabilidad para enfrentar situaciones cambiantes y emergencias.
- Sensibilidad y comprensión de las diferencias individuales en las necesidades y preferencias de las personas mayores.
Importancia de la Atención Centrada en la Persona (ACP) en el domicilio
La Atención Centrada en la Persona (ACP) es un enfoque de atención que pone al usuario en el centro del cuidado, reconociendo y respetando sus preferencias, valores, historia y deseos. En este sentido, la ACP se vuelve especialmente relevante en el contexto de la atención domiciliaria a personas mayores, ya que busca proporcionar una atención individualizada y personalizada en su hogar.
A continuación, te mostramos algunos puntos importantes sobre la importancia de la ACP en la atención domiciliaria:
- Promoción de la autonomía y la participación activa del usuario en su propio cuidado. El objetivo es fomentar su independencia y toma de decisiones, permitiéndole ser un participante activo en su proceso de atención.
- Adaptación del cuidado a las necesidades y preferencias del usuario. Para ajustar la atención a sus necesidades específicas y proporcionar un cuidado más personalizado es necesario conocer y comprender sus preferencias, rutinas y deseos.
- Mejora de la calidad de vida de la persona usuaria. Al centrarse en sus necesidades y deseos, es posible brindarle confort, seguridad y bienestar emocional.
- Hacer partícipes a la familia y cuidadores en la atención centrada en la persona, promoviendo la colaboración y la comunicación entre los profesionales de atención directa, el usuario y su familia.
- Prevención de la institucionalización prematura. Esta atención ayuda a retrasar o evitar la necesidad de ingreso a una residencia u otros centros sociosanitarios, permitiendo que la persona continúe viviendo en su hogar durante el mayor tiempo posible.
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