Entrevista a Judit Peláez, directora de la residencia IDEA José Ramón Zalduendo Caparroso

La residencia José Ramón Zalduendo en Caparroso, Navarra, dirigida por Judit Peláez, se destaca por su enfoque en la personalización del cuidado de los residentes y su estrecha relación con la comunidad local. En esta entrevista, Judit detalla cómo se diseña la rutina diaria de los residentes, las actividades que se ofrecen para su bienestar y cómo se fomenta su participación activa en la vida comunitaria. Además, aborda el papel crucial de las familias en la vida del centro y algunas de las innovadoras iniciativas que han tenido un impacto positivo en los residentes.

¿Cómo es la rutina diaria de los residencia en la residencia José Ramón Zalduendo Caparroso y qué tipo de actividades se ofrecen para mantenerlos activos e integrados en el entorno? ¿Cómo se fomenta la participación activa de los residentes en la vida comunitaria?

La residencia Idea José Ramón Zalduendo es un centro pequeño gestionado por IDEA en el que viven 33 personas residentes. Está ubicada en Caparroso, un pueblo de Navarra de unos 2.800 habitantes. Y esta peculiaridad es importante tenerla en cuenta a la hora de preparar actividades y fomentar la participación en la comunidad.

Para el equipo del centro es un factor facilitador. Principalmente porque el 60% de los residentes son de Caparroso y por tanto tienen familia aquí, lo cual permite que continúen viviendo en su entorno habitual. Y por eso para nosotras es crucial mantener y potenciar las relaciones con el entorno.

Dicho esto, aquí realizamos actividades y terapias propias de una residencia adaptadas a los intereses y preferencias de las personas y a sus necesidades físicas, psicológicas, sociales y espirituales. Actividad física de mantenimiento, lectura, fisioterapia, terapia ocupacional, juegos de mesa, actuaciones musicales, trabajos manuales y de reparación, excursiones, actividades de ocio dentro y fuera del centro, proyectos intergeneracionales con escolares del pueblo, etcétera. Nuestro objetivo es que todo lo que se haga, tenga un sentido y un significado para los residentes, que no sea un hacer por hacer.

¿Qué estrategias utilizan para personalizar la experiencia de cada residente y asegurarse de que sus intereses y necesidades individuales sean atendidos?

El equipo está debidamente formado y sabe que la cada persona residente que ingresa y vive en IDEA Caparroso, es mucho más que una enfermedad, una dependencia o una discapacidad. Ante todo, es persona y eso significa que tiene un pasado, un presente y sobre todo un futuro, con un camino de vida único y particular. El equipo del centro trabaja a partir de la elaboración de ese Camino de Vida, con información biográfica en la que además se explora sobre el sentido de vida de cada persona. El objetivo final es encontrar aquello que va a dar un significado al tiempo que viva la persona en el centro y le permita desarrollar un proyecto de vida con el que se sienta plena, a pesar de sus circunstancias. Esto nos da una información valiosísima a partir de la cual se conoce mucho mejor a cada residente y hace posible personalizar la experiencia que va a vivir en el centro, desde el respeto, el apoyo a su autonomía y el sentido de vida.

Desde luego, la presencia del Compañero de Camino (profesional de referencia) que potencia IDEA en todos sus centros hace posible que esto sea real y que en el día a día cada residente pueda verdaderamente contar con esa persona de confianza y apoyo que asegure esa personalización de la atención, los cuidados y los apoyos.

A partir de ahí, como te decía, en nuestro caso al formar parte de una comunidad pequeña y unida hace que todo el pueblo se sienta parte involucrada en lo que ocurre en la residencia y de ahí que contemos habitualmente con la participación de entidades y organismos públicos como son el Ayuntamiento y diversas asociaciones, para la coordinación de actividades comunitarias con la banda de música, la txaranga o los gigantes, por ejemplo.

Un ejemplo de ello es cómo en las fiestas de Caparroso, tras el lanzamiento del chupinazo, todos los asistentes suben a visitarnos un rato al parque situado delante de la residencia. Allí preparamos un aperitivo para los vecinos, disfrutamos de la txaranga y los gigantes y afianzamos esos lazos con la comunidad.

De igual manera, cuando asistimos a espectáculo taurino desde el balcón del Ayuntamiento, nos invitan después a un aperitivo en la plaza del pueblo, lo que permite la interacción con los vecinos, la conversación tranquila y esa “puesta al día” de lo que ocurre fuera y dentro de la residencia.

O por ejemplo tomar el vermut en la piscina durante los meses de verano facilita ese encuentro con personas de muy distintas edades, lo cual también creemos que favorece la sensibilización de niños y jóvenes, que ven cómo las personas mayores que viven en la residencia participan de la vida del pueblo como lo hacen el resto de vecinos. Creo que es muy educativo.

Precisamente las actividades y talleres intergeneracionales que ya venimos desarrollando desde hace años con el colegio del pueblo, es para nosotras una gran oportunidad de formar y sensibilizar a las generaciones jóvenes sobre lo que significa envejecer, desarrollar dependencia y vivir en un centro residencial. Esa conexión entre niños y mayores es siempre enormemente educativa y gratificante para todos.

¿Qué papel juegan las familias en el día a día de los residentes y en la toma de decisions sobre su cuidado? ¿Cómo se asegura su participación y colaboración en la vida de la residencia?

Las familias son un eje fundamental en los cuidados, en el apoyo al proyecto de vida de cada persona residente y en el día a día del equipo de centro.

Como te decía al inicio, somos un centro pequeño que además tiene la suerte de contar con un equipo de profesionales estable, con muy baja rotación y alto índice de satisfacción laboral. Quienes se dedican a este trabajo saben que esto es un pilar fundamental para el desarrollo de los servicios y en este caso para la comunicación con familias y la atención a residentes.

Si algo caracteriza a IDEA Caparroso es el ambiente hogareño y la relación familiar con residentes que se traslada también fuera del centro.

Ese trato personal, familiar, alegre y transparente, favorece que las familias no se sientan como meros visitantes, sino como parte integrada del centro que forma parte de él.

Además, también participan en la elaboración del Plan de Atención y Vida de cada residente desde el respeto a su autonomía. La familia aporta información biográfica valiosa y, junto con el equipo del centro, se crea una red de apoyo desde la que se asegura esa personalización de los cuidados que comentaba antes.

Luego, en el día a día, los canales de comunicación con familias como es el listado de difusión de WhatsApp nos han permitido mantenerles informadas de cuestiones importantes o que pueden ser de interés para ellas. Esto favorece una comunicación fluida, accesible para todos y esto las familias lo agradecen mucho.

¿Podrían mencionar algún ejemplo específico de una práctica innovadora que haya tenido un impacto positivo en la vida e los residentes?

Una experiencia que ha impactado en ellos ha sido todo el tema de redes sociales.

Como te decía, en IDEA damos especialmente importancia a la apertura de los centros, la conexión con el entorno, la integración en la comunidad, desde la transparencia. En nuestro caso esto nos animó hace 3 años a potenciar nuestros perfiles en Facebook (@IDEA- Residencia José Ramon Zalduendo de Caparroso) e Instagram (@idea_residencia_caparroso), sabiendo que para los residentes era un mundo totalmente ajeno.

Precisamente dio pie a organizar actividades en las que les explicamos qué son las redes, quién nos ve, qué contenido se publica, con qué objetivo, qué repercusiones puede tener, positivas y negativas. Desde el inicio tuvo muy buena acogida y nuestra propuesta se centró en seguir potenciando esa conexión con el entorno cercano, las familias, los hijos y nietos. Sabíamos que podía ser una buena manera de interactuar digitalmente con la generación joven que podía tener un mayor desconocimiento de lo que son las residencias y de las personas que viven en ellas.

Desde entonces publicamos habitualmente las actividades que hacemos, hemos logrado conectar con hijos y sobre todo con nietos de residentes, que en su caso muchos ya no residen en el pueblo y agradecen ese contacto con los abuelos. A los residentes les encanta la idea de que les pueda ver la familia, aunque estén en otros lugares, y que además puedan comentar y reírse compartiendo las actividades.  

Y como en este equipo somos muy inquietas y nos gusta darle una vuelta de tuerca a lo que hacemos, decidimos abrir cuenta en Tik Tok (@idearesidenciacaparroso) hace un año y ahí sucedieron y suceden cosas muy bonitas. Pasamos ratos muy divertidos tanto ellos como las trabajadoras grabando los videos y luego viéndolos juntos en la televisión del salón. Es algo que ha reforzado los vínculos incluso entre las trabajadoras. A esto se le une que hemos tenido varios videos virales de los que la prensa se ha hecho eco y verse en el periódico y en la televisión ha resultado ser una experiencia muy revitalizadora que además ha generado horas de conversaciones con las familias.  

Otra experiencia muy positiva fue el “Rincón de los deseos”. Una actividad intergeneracional que realizamos con el colegio y con la que se consiguió que más de 150 niños se acercaran a la residencia y compartieran actividades con las personas residentes. El “Rincón de los deseos” consiste en un jardín vallado con madera y una fuente solar que construimos, en la que tanto los niños como los residentes tuvieron que pintar piedras y escribir un deseo. Fue muy bonito ver la sensibilidad que tienen los pequeños con las personas mayores y esa conexión especial entre dos generaciones tan distantes en años y al mismo tiempo con un entendimiento y comprensión mutuas que posiblemente nacen de la vulnerabilidad compartida. Ahora, la residencia custodia los deseos de todas las personas, pequeños y mayores, y vela por que se cumplen.