Entrevista a José Manuel Ramírez, Presidente de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales de España

José Manuel Ramírez, Presidente de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales de España y Presidente del Observatorio Estatal para la Dependencia, es un referente en el ámbito de los servicios sociales. Con una experiencia de 40 años como funcionario y trabajador social, ha desarrollado su carrera en la Administración General del Estado, Gobiernos Autonómicos y Ayuntamientos. Actualmente, dirige la Estrategia de Investigación e Innovación en Servicios Sociales de Andalucía, bajo la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía.

Doctor y profesor en la Universidad de Málaga desde hace dos décadas, es también codirector de la Cátedra de Innovación en Servicios Sociales y Dependencia en la UNED y miembro de la cátedra de I+D+I en prevención de la dependencia de la Universidad de Málaga. A lo largo de su carrera, ha publicado 60 libros y más de 40 artículos científicos sobre servicios sociales, dependencia, programación y comunicación en temas sociales.

En esta entrevista, Ramírez aborda su trayectoria, el desarrollo del sistema de servicios sociales y el impacto de la innovación en la atención a la dependencia.

¿Cuándo y con qué propósito se creó la Asociación de Directoras y gerentes en servicios sociales ?

La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales se creó en los años 80, en un momento en que se estaba construyendo el sistema público de servicios sociales. Creo un máster en gerencia de servicios sociales en colaboración con la Universidad Complutense, el Colegio de Psicólogos y el Colegio de Trabajo Social. Durante un periodo de 2 a 3 años, un grupo de profesionales asistió a esos cursos y másteres. En 1994, fundamentalmente para los alumnos y alumnas de esos másteres que habían salido como directores y directoras de centros, se fundó en Zaragoza, en noviembre de 1994, la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. El propósito de esta asociación fue apoyar el desarrollo de ese nuevo perfil profesional y avanzar en la configuración del sistema público de servicios sociales, facilitando la transición de la asistencia social a un sistema de protección social.

¿Qué impacto ha tenido en la representación y defensa de los derechos de los profesionales y usuarios de los servicios sociales desde su fundación?

Desde la fundación de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, el impacto en la defensa de los derechos de los profesionales ha sido muy limitado. Desde el inicio, y hasta la fecha, la asociación decidió que su enfoque principal sería el desarrollo del sistema público de servicios sociales y la atención a las personas usuarias. Para la defensa de los derechos de los profesionales, se consideró que los colegios profesionales y los sindicatos eran los encargados de esta labor.

La asociación ha mantenido cuatro principios básicos que han guiado su trabajo. Primero, defiende un sistema público de servicios sociales, reconociendo que, aunque existen empresas y entidades con y sin ánimo de lucro, su papel debe ser complementario al del sistema público. En segundo lugar, valora la proximidad, entendiendo que los ayuntamientos y los servicios sociales comparten este importante valor. En tercer lugar, la asociación se esfuerza por ver el rostro humano de las personas, mostrando sensibilidad social hacia aquellos que sufren las consecuencias de las lagunas en el sistema.

Otro principio fundamental es la defensa de la perspectiva de género, ya que tanto las profesionales del sector como muchas de las personas usuarias son mujeres. Se presta especial atención a esta mirada de género en todas las actividades de la asociación.

Podría decirse que ha actuado como el «Pepito Grillo» durante 30 años, supervisando el avance del sistema y de las instituciones.  Ha sido una de las entidades con mayor impacto mediático en el desarrollo de los servicios sociales, especialmente desde la aprobación de la Ley de Dependencia en 2006.

¿Tenéis un papel fuerte en el impulso de la investigación, ¿Cuál es el papel de las catedrás universitarias lideradas por la asociación?

La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales siempre ha trabajado en el sistema con un enfoque innovador y avanzado. A lo largo de los años, también hemos trabajado en temas relacionados con la mejora de la calidad en estos servicios y el desarrollo de sistemas de información. En este sentido, siempre hemos intentado prever el futuro, y uno de los proyectos clave ha sido la creación de una red de cátedras repartidas por toda España. Estas cátedras permiten unir la investigación académica con el talento y las innovaciones que se generan en los centros y servicios donde trabajan los profesionales del sector.

Es fundamental que academia y profesión trabajen juntas para encontrar soluciones que mejoren el sistema público de servicios sociales. Creemos que estamos avanzando en una línea de mejora que permite ofrecer mejores atenciones a las personas más vulnerables, aquellas en situación de dependencia y exclusión social. Estas cátedras han generado metodologías y avances tecnológicos y organizativos que están contribuyendo a que estas personas reciban mejores servicios y prestaciones.

En términos de innovación, ¿qué avances metodológicos o tecnológicos han surgido a través de la colaboración entre la Asociación y la cátedra en Innovación en Servicios Sociales y Dependencia? ¿Cómo se están aplicando estos avances en la práctica diaria de los servicios sociales?

Hemos logrado avances significativos a través de nuestra colaboración con la cátedra en Innovación en Servicios Sociales y Dependencia, los cuales hemos expuesto en congresos nacionales, como el Congreso Nacional Anual de Atención Domiciliaria, organizado en conjunto con el Ayuntamiento de Fuenlabrada. En dicho evento, cada año presentamos los avances en atención domiciliaria, con la participación de 300 profesionales y más de 10 empresas y entidades.

Uno de los principales cambios metodológicos que impulsamos es el modelo de ayuda a domicilio. Hemos ido más allá de las simples atenciones básicas, introduciendo elementos como la buena vecindad, el voluntariado, la coordinación con servicios sanitarios y la adaptación de viviendas. Sin embargo, el aspecto más innovador ha sido la incorporación de tecnologías, especialmente la domótica y la robótica, en los cuidados y atenciones.

Creemos que el futuro de los servicios sociales pasa por mejorar las atenciones domiciliarias para que las personas mayores y en situación de dependencia puedan continuar viviendo en sus hogares, adaptando su entorno a sus necesidades.

También estamos organizando el Congreso de Inclusión Social en noviembre, donde abordaremos temas como la exclusión social y la economía social, buscando siempre que nuestras propuestas sean transferibles y aplicables por los profesionales que trabajan en el día a día.

Con estos avances, buscamos modernizar los modelos de atención, especialmente en áreas clave como la ayuda a domicilio, la convivencia y la inserción social, mejorando la calidad de vida de las personas vulnerables.

¿Cómo es la relación entre el mundo académico y los sectores sociosanitarios?

Las cátedras en servicios sociales están teniendo un impacto significativo en la formación de los futuros profesionales del sector, principalmente a través de su enfoque en la investigación y la innovación. Actualmente, existe una Asociación Estatal de Cátedras de Servicios Sociales que agrupa a unas 20 cátedras en toda España. Esta asociación trabaja para poner en valor los avances que surgen de sus investigaciones, haciéndolos accesibles y transferibles de manera gratuita, no solo para los profesionales actuales, sino también para los futuros trabajadores del sector.

El sector de los servicios sociales está en constante evolución, y las cátedras ayudan a identificar y difundir los cambios tecnológicos y metodológicos que deben ser integrados en los planes formativos. Es fundamental que todas las entidades formadoras, desde instituciones públicas y privadas, hasta universidades y cursos de formación continua, se mantengan al día con los rápidos avances en el sector. La implementación de nuevas tecnologías como la robótica, la domótica y los sistemas de información exige que los profesionales del futuro reciban una formación actualizada y alineada con estas innovaciones.

En las últimas décadas, el sistema de servicios sociales ha cambiado radicalmente, pasando de una lógica asistencial y de beneficencia a un modelo más avanzado y estructurado.Y se espera que los próximos años traigan transformaciones aún más radicales. Por ello, las cátedras no solo actúan como un puente entre la academia y la práctica, sino que también preparan a los profesionales del futuro para enfrentar las nuevas demandas del sector y adaptar sus intervenciones a las tecnologías y metodologías emergentes.

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