Hoy hablamos con Irene Braojos. Diplomada en Enfermería por la Escuela de Enfermería de San Juan de Dios-Comillas. Cuenta con Máster en Bioética por la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid).
Tiene una amplia experiencia como enfermera y docente en Unidad de cuidados paliativos en el Centro de Humanización de la Salud, así como en el Hospital Ruber Internacional y Fraternidad-Muprespa. Actualmente trabaja como supervisora de hospitalización del hospital Habana Madrid de Fraternidad Muprespa.
Tras más de 20 años colaborando con FTF como formadora en el área asistencial y de humanización, hemos conversado con ella para preguntarle sobre la evolución del sector y su experiencia profesional en el ámbito sociosanitario.
¿Qué diferencias ves entre la formación de hace 20 años y la de ahora?
Actualmente, vivimos en la era digital y esto también ha cambiado la formación, sobre todo, tras la pandemia.
En este sentido, se imparten muchos cursos online que nos permite llegar a un mayor número de alumnos sin la necesidad de estar todos juntos, favorece que cada uno adapte el ritmo de la formación a su situación personal, posibilita generar debate en foros más amplios y tener más opciones de ofrecer contenido compartiendo enlaces, o a través de las diversas redes sociales.
Es verdad que se pierde el “face to face”, lo que puede ser perjudicial, en ocasiones, para la formación. Por este motivo, es importante no dejar de lado la formación presencial.
¿Cómo conseguimos, a través de la formación, fomentar la calidad de la atención a las personas en situación de dependencia?
Con la formación intentamos que los alumnos adquieran conocimientos teóricos, desarrollen habilidades prácticas y actitudes humanas que les permitan realizar una labor centrada en la persona en la que el usuario sea el verdadero protagonista.
De esta forma, es posible aumentar la calidad asistencial y favorecer la dimensión psicoemocional. Intentamos que en el desempeño de su trabajo sean capaces de “ser, saber hacer y saber ser”.
A lo largo de tu carrera profesional, ¿has continuado formándote como enfermera?
Por supuesto, para poder trabajar en este sector es necesario una formación continuada. Todos los días salen actualizaciones de tratamientos, nuevas terapias, investigaciones, nuevos protocolos, etc. Es fundamental adquirir nuevos conocimientos, así como reciclarse para no quedar obsoletos.
A parte, considero que el contenido de la carrera se queda corto en algunas materias como son la comunicación con el paciente/cliente, trabajo equipo, habilidades de comunicación, resolución de conflictos, bioética.
Estos conocimientos son clave para una atención de calidad y humana, por eso a lo largo de mi carrera también me ha parecido muy interesante seguir formándome en estos aspectos, no solo en lo meramente técnico.
En el último año has participado en diferentes proyectos de teleformación desarrollando manuales didácticos de cursos como Ostomías, Tratamiento de incontinencias y dispositivos de ayuda y Reducción de sujeciones.
¿Cuál de ellos te supuso mayor reto profesional a la hora de elaborar los manuales didácticos?
Tal vez el manual didáctico de ostomías, ya que existen bastantes tipos de estomas, que afectan a varios sistemas, requieren de diferentes cuidados de enfermería y pueden tener complicaciones diversas, por lo que su elaboración fue algo más laboriosa.
¿Crees que estás acciones formativas ayudan en el día a día a los profesionales de atención directa?
Considero que sí, ya que los alumnos se encuentran con los temas tratados y casos prácticos que se plantean en el día a día de su trabajo. En los foros de participación de los diversos cursos, el feedback con los alumnos es muy positivo, muestran interés por los contenidos y los consideran útiles y necesarios.
Desde tu formación y experiencia como presidenta del Comité de Ética Asistencial del Centro Socio-sanitario San Camilo, ¿consideras que los profesionales sociosanitarios están formados de forma específica en Bioética y Cuidados Paliativos?
Son temas que poco a poco se van abriendo camino y siendo más conocidos por el personal de los centros sociosanitarios. Igualmente, hay mayor conciencia en la sociedad, pero todavía queda mucho trabajo por hacer.
Cuando realicé el Máster en bioética y trabajaba en cuidados paliativos, tenía compañeras de profesión que desconocían por completo estos campos. Hoy en día esto no pasa, todos sabemos por lo menos de qué estamos hablando, algo hemos avanzado, pero como he dicho nos falta formación a este nivel.
Son temas complejos, que nos abren heridas propias y cuesta trabajarlos, pero son fundamentales. Es verdad que el sector sociosanitario tiene una sensibilidad e interés especial en estos aspectos con respecto al sector hospitalario.
El año pasado escribiste un artículo sobre Implantación del uso de la línea media en pacientes con estancias prolongadas o procesos infecciosos, por el cuál recibiste el PREMIO SETLA (Sociedad Española de Traumatología del trabajo) A LA MEJOR COMUNICACIÓN ORAL DE ENFERMERÍA.
Puedes explicarnos brevemente en qué consiste la implantación de este sistema y cómo ayuda a los pacientes.
La línea media es un catéter venoso de largo recorrido, compuesto de un material con alta biocompatibilidad lo que permite la administración de sustancias altamente irritantes sin producir daños en el vaso. Estos tratamientos administrados con un catter venoso convencional producen flebitis y extravasación con mucha frecuencia con lo que esto conlleva.
Tras su implantación y formación del personal de enfermería de los diferentes departamentos, los estamos empleando en pacientes con antibióticos altamente irritantes que suelen necesitar prolongar el mismo entre tres semanas y un mes. Así, con un solo proceso, solemos completar el tratamiento, disminuyendo sufrimiento al paciente y coste al centro.
Respecto a tu experiencia en el sector de la formación, ¿qué retos te sueles encontrar cuando tienes que tutorizar un curso online?
A veces es complicado, cuando te encuentras un grupo poco participativo y/o poco motivado, trasmitirles interés y conseguir que participen. Intento usar más recurso, colgar vídeos o artículos que creo que les pueden resultar de interés, pero no siempre surgen efecto. Con la formación presencial me resulta más fácil solventar estas situaciones.
¿Has aplicado en todos estos años técnicas de innovación docente para mejorar las acciones formativas que impartes?
Claro que sí, un claro ejemplo es el uso de las diversas plataformas para impartir clases online con alumnos de varias ciudades distintas, facilitando la asistencia y participación de todos ellos sin necesidad de desplazarse, lo que les permite compatibilizarlo con su trabajo. Esto hace unos años era impensable.
¿Cuáles crees que son los puntos diferenciadores en las formaciones que lleva a cabo FTF?
Creo que individualizamos mucho la formación que cada cliente necesita, haciéndola más enriquecedora para el desempeño de su trabajo.